miércoles, 21 de enero de 2015

Año nuevo, ideas nuevas.

¡FELIZ AÑO NUEVO!
Si, sé que estamos a fines de enero ya… pero más vale tarde que nunca no?
No sé para ustedes, pero para mi el año empieza el día de mi cumpleaños… el 7 de marzo (ya pueden agendarlo!), que siempre coincidió con el inicio de las clases, que la mayoría ya volvió de las vacaciones… en fin, cuando todo empieza a retomar el ritmo de la rutina otra vez…

Tengo muchas cosas que compartir con ustedes!
¿La verdad? Tengo tantas cosas, que terminé escribiendo sobre todas… a medias! El que mucho abarca poco aprieta dicen… Y acá estoy yo, con 5 posts a medio hacer!!

No sé si les pasa, pero al contrario del resto del año que vivo corriendo cumpliendo horarios, uniformes, tener la comida lista temprano, compras y varios etcéteras, durante las vacaciones siento que tengo más tiempo para hacer cosas en casa. Sí, aún cuando estoy las 24 horas del día con mis hijos!

Parte de ese hacer cosas es ordenar. En realidad el mejor término es ORGANIZAR. Verbo clave hoy en día en el que los departamentos son cada vez más chicos y las cosas que acumulamos parecen reproducirse… Juguetes, ropa, libros, papeles…

Así que señora utilísima, quiero traerle algunas ideas que encontré en internet para organizar distintos espacios de la casa. Y muchas son con elementos que podemos reciclar o darle un nuevo uso a cosas que quizás tenemos dando vueltas por ahí.

Hoy quiero responder una de las preguntas existenciales que ocupan mi día a día, que es “¿cómo organizar los tupper y sus respectivas tapas?”. En especial en verano cuando los chicos se llevan la vianda a la colonia y estoy buscando tapas TODOS LOS DÍAS. Es más, creo que me lleva más tiempo buscar la tapa correspondiente que preparar la comida!

¿A quién no le resulta familiar esta imagen?



 ¿O esta?

¡¿A quién no le pasó?!

Si los guardo con sus tapas ocupan todo la alacena. Si los separo, las tapas pareciera que se esfuman, y cuando ya tengo todo guardado en el tupper, no encuentro la tapa. O tengo la tapa y no el tupper. Y termino cambiando de tupper 3 veces para terminar usando uno gigantesco en el que guardo un huevo y media zanahoria rallada… sólo porque fue el único del que encontré tapa y tupper.


A veces me agarra la locura del orden y saco toooooooodos los recipientes, los separo, los ordeno… pero las tapas siempre, SIEMPRE!! Son un problema. Se escurren al fondo de la alacena, quedan abajo de todo, cuando la queres sacar se te cae todo el resto... en fin. Creo que saben a qué me refiero.

Así que navegando en la bendita internet, encontré algunas ideas, algunas más complejas que otras, pero donde cada uno puede encontrar la que le venga mejor. O incluso quizás se inspiren y tengan una idea nueva! Si es así la quiero conocer eh! 

Empecemos por lo más simple. Básicamente sería sacar todos los tupper (y aprovechamos para hacer limpieza) y separarlos por forma y tamaño, de manera que podamos guardarlos uno dentro de otro. Que sería algo así:


Ahí ya nos ahorramos un espacio sustancial. Aunque nos damos cuenta que deberíamos empezar a comprar los tuppers del mismo modelo!!!

Pero seguimos con el dilema de las tapas.

Una opción es usar el tupper más grande que tengas para organizarlas...


Joy in my kitchen

El problema es cuando necesitás usar ese tupper...

Con lo cual, algunas alternativas serían reemplazarlo por otra cosa, como una canastita

Cualquier cosa Ask Anna

O algo más económico (y de paso reciclamos) como una caja de galletitas o cereales o jabón en polvo o varias...

El tutorial aquí
Tutorial aquí



Las podríamos forrar con algún papel lindo para que quede más prolijo, pero la realidad es que adentro de la alacena, ¿quién lo va a ver?
Así que si no tenés ganás de bricolage, podés darle un nuevo uso a algún revistero olvidado...

Más en Pinterest

Algunas ideas más "sofisticadas" pero realmente geniales que encontré fueron, por ejemplo, un escurridor o rejilla con un contenedor debajo para tenerlas separadas...

Fuente: Listotic
Y hasta un rack de cds!!!

Fuente
Fuente
 Aunque si no tenés un cajón, me parece que sería un poco difícil llegar a los de atrás de todo.


Pero si te gustó mucho la idea, podés mandar a hacer el interior de tu alacena con divisiones, que te sirve también para las bandejas...


Fuente

Fuente

Pero lo que me pareció realmente genial, es usar esos lugares que a uno no se le ocurriría usar, para exprimir hasta el último centímetro de guardado. Como la cara interna de las puertas (recordá calcular que cuando cierres la puerta, tenés que tener lugar del lado de adentro).

Podés instalar con unos clavitos el mismo revistero rígido (no te recomiendo el de cartón, porque dudo que resista el peso), o algún sistema más complejo. Ejemplos:

Podés guardar los rollos de film, aluminio y papel manteca!
Tutorial acá

Y por último, si te das maña con la costura, podés armarte unos bolsillos como estos

Más ideas en Listotic
O si, como en mi caso, sos la costurerita que dio el mal paso y gracias si sabés coser un botón, podemos reemplazar este bolsillero (¿existe esa palabra?) por alguno que encontremos ya hecho en algún bazar, como esos para guardar zapatos y medias (aunque ahí no nos serviría para las tapas más grandes), o reutilizar alguna red, como las que se usan para guardar peluches o los juguetes de baño...

Fuente
Fuente
Bueno, después de esto no les admito que tengan los tuppers desordenados, amontonados a presión en una alacena!! Muchas ideas, variadas opciones y presupuestos, para las mañosas, para las ñañosas...
Quiero que me cuenten qué opción eligieron o si se les ocurrió alguna otra y mándenme fotos!!! Quiero ver que hermosos quedaron sus lugares de guardado!!!

Les mando un bachik grande y sigo investigando para traerlas muchas más ideas para poner un poco de orden en nuestros amados hogares!!!

CHULI

lunes, 25 de agosto de 2014

ENTRAMOS EN LA COCINA

Tengo una relación amor-odio con la cocina. Amo cocinar cosas dulces, todo lo que sea tortas, budines, tartas, cupcakes, galletitas... lo disfruto mucho, me divierte. Ahora cuando se trata de cosas saladas o de “comida” estoy (nunca más oportuna la frase) en el horno. 

Me encanta la idea de preparar super platos, caseros, saludables, miro los programas de cocina en la tele, leo blogs, compro libros y revistas, pero cuando tengo que poner manos a la obra… se me complica. Suelo filtrar las preparaciones ya desde la lista de ingredientes: si tiene más de 7 u 8 está afuera! No me gusta desgrasar carne, ni despinar pescado o deshuesar pollo. 
No me molesta hacer una torta que tenga 25 pasos y 32 preparaciones diferentes, pero cuando se trata de comida, no sé, simplemente no me gusta.
Obviamente cocino porque si no lo hago yo, aca no come nadie! Pero ya el sólo hecho de PENSAR qué cocinar cada día, me embola. A eso sumarle hacer las compras. Y preparar todo. Y cocinar. Y servirlo y esperar que a la familia le guste. Porque pareciera que el tiempo de elaboración que lleva un plato es inversamente proporcional a la aceptación de la familia. 

Con la pastelería no hay llanto al picar ni olores desagradables en las manos. Es más fácil, suelen ser siempre los mismos ingredientes: huevos, harina, manteca, azúcar, leche, crema, chocolate… Pero cuando tengo que preparar carne, llego al supermercado o a la carnicería y hay tantas opciones que nunca sé qué comprar. Y empieza la frustración. Llego a casa y le pongo toooooodo el empeño, pelo, hiervo, corto, pico, rallo y meto al horno, horas si es necesario… sólo para ver al sacarlo, que no se parece ni remotamente a la foto de la receta. O que la carne está dura. O que los chicos no lo quieren siquiera probar. Frustración 1, 2 y 3.


Hacer que los chicos (y los no tanto) coman verduras también es todo un desafío, y ahí es donde uno va buscando la receta perfecta: hervido, al vapor, al horno, tipo flan, como tortilla, salteado, mezclado, disfrazado… y muchas veces no hay caso. Una vez intenté hacerle una carita con la comida a mi hija, porque leí que si era más divertido lo iba a comer, pero sólo logré que se ponga a llorar y se rehúse a seguir comiendo porque le había arrancado una oreja…


Girasol de espinaca by Chuli

Es por eso que esta receta fue mágica! No sólo se veía hermoso sino que logré que mis hijos y mi marido la comieran… y no solo eso, sino que les gustara!!

Es básicamente una tarta de verdura pero con un giro (literalmente hablando).
La idea desde ya que no fue mía, sino me hubiera evitado la lucha por que coman "lo verde" desde hace mucho tiempo. 


Photo: coolinarika

GIRASOL DE ESPINACA


Ingredientes:

2 tapas para tarta (o masa casera si prefieren)
400gr de espinaca congelada 
2 cebollas chicas
500 gr de ricota
2 huevos
Queso rallado o en hebras, a gusto
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Semillas de sésamo blanca y negra

Lo original de la receta es el procedimiento más que los ingredientes. Estos son básicamente los mismos que para una tarta de verdura. Pueden agregarle si quieren morrón, zanahoria rallada, jamón o también quitarle algún condimento que no les guste.

Para este relleno, picamos o procesamos las cebollas y las doramos en un poquito de aceite. Luego agregamos la espinaca cocida. Mezclamos y sacamos del fuego.
CHULI TIP: Para cocinar la espinaca sin que pierdan sus nutrientes, las cocinamos en una sartén antiadherente. Si están congeladas, así como las sacamos del paquete las ponemos a cocinar. Si están frescas, lo hacemos después de lavarlas, sin secarlas. Así quedan más verdes, no pierden propiedades y para nosotras es más rápido y fácil.
Agregamos la ricota, el queso, los huevos y condimentamos.

Rociamos una fuente con spray vegetal y disponemos una de las tapas.

Colocamos un poco de relleno en el centro y dejando un espacio hacemos un aro alrededor con el mismo relleno. Colocamos la otra tapa y cubrimos el centro con un bowl, taza o vaso. Esto nos va a ayudar a darle la forma al girasol y que mantenga el centro. Cerramos los bordes, ya sea con tenedor o repulgue.

Para hacer el girasol cortamos una porción, desde el borde del recipiente que colocamos en el centro, y la giramos de manera tal que el relleno quede a la vista. Y repetimos. Y repetimos. Y repetimos. Hasta terminar toda la vuelta.

Pincelamos con huevo el centro y espolvoreamos con las semillas de sésamo.

Llevar al horno hasta que esté dorado.
CHULI TIP: Para una versión bajas calorías podemos usar las tapas light y la ricota y el queso descremados.



Si te gusta la verdura, es una perdición, el sésamo le da un gustito único. Esto es sólo una idea, yo no probé pero calculo que es adaptable a otros rellenos que sean más o menos "sostenidos".


Espero que la hagan y la disfruten!!! Mándenme fotos de sus resultados y con qué variantes probaron y cómo resultó!!


Para el próximo post prometo una receta dulce!!!!

Bachikner para tod@s!!



viernes, 8 de agosto de 2014

MISIÓN SOLIDARIA

Desde que soy chica mi mamá me introdujo en el mundo de la solidaridad. Recuerdo que juntaba juguetes o los hacía ella misma y los repartía personalmente, uno a uno, en mano, a los nenes internados en el Garrahan, ya sea para Navidad o el día del niño.

Durante un tiempo fue voluntaria de un hogar de madres solteras, lugar donde vivían mujeres de pocos recursos en su gran mayoría adolescentes que venían de hogares donde el abuso y la violencia eran moneda corriente. Mi mamá iba al hogar, llevaba ropa para los nenes, juguetes, alimentos, cocinaba algo para todos alguna tarde o cuidaba a los bebes para que las mamás pudieran realizar distintas tareas. En mi preadolescencia más de una vez la acompañé porque me gustaba cuidar a los bebes y jugar con los nenes; y mi mamá me llevaba seguramente para que yo viera este otro lado de la realidad… y tuvo su efecto, porque este es el tipo de cosas que más nos quedan y más se fijan cuando se aprenden desde el ejemplo y no desde la teoría.

Esa experiencia claramente me marcó. El hecho de saber que no todos tenían las mismas posibilidades que yo, las mismas oportunidades, el saber que había personas con capacidades diferentes…
Más adelante, mientras aún iba al secundario (y seguramente ayudó en la motivación la novela “Nano”)  hice el curso de intérprete de lengua de señas en la Cruz Roja. Y de grande quería ser maestra diferencial. Después la vida me llevó a explotar mi lado artístico y la docencia quedó truncada, pero esa conciencia hacia el otro seguía firme ahí.

Ya casada empecé a juntar Tapitas para los perritos, a donar 1 litro de leche por mes, y a separar la basura para el Canje x cambio, donde llevaba todo lo reciclable y me traía semillas o plantitas.

Y un día llegaron los hijos... la maternidad te cambia, te modifica, te sensibiliza. Cuando tenés un hijo te convertís en la mamá de ese niño pero también de todos los niños del mundo, porque ya cualquier situación que involucre a una criatura te toca de otra manera. Sos más consciente de lo que significa que un nene llore por hambre, o por frío, o por estar sucio… te das cuenta cuán importante es para ellos jugar, porque así es como aprenden cómo funciona el mundo, así se desarrollan. Te das cuenta que no todos los chicos del mundo tienen las mismas posibilidades que el tuyo… y no podés ser ajeno a eso.

Durante mucho tiempo, todo aquello que mi hija dejaba de usar (ropa, juguetes, zapatillas) lo guardé porque tenía la idea de tener otro hijo y darle un nuevo uso a todas esas cosas. Cuando ese hijo llegó y fue varón, muchas cosas se “reciclaron”, pero todo lo que era “de nena” quedó guardado. No tenía intenciones de tener un tercero, aún así guardaba todas esas cosas por si llegaba a tener sobrinas o si alguien muy cercano necesitaba algo de eso. Resultó ser que cuando llegaron nuevos miembros a la familia recibían cosas nuevas, con el primer hijo no querés nada heredado, querés que todo sea nuevo para ellos también. Con los departamentos cada vez más chicos hay menos lugar para los juguetes, así que a los que guardaba, se sumaron los que ahora Dante ya no usaba y seguían quedando ahí, en una bolsa en la baulera, sin que nadie jugara con ellos.
Estoy segura que Pixar tendría para hacer unas 3 películas más con la cantidad de cosas que habrán hecho todos esos peluches, autitos y muñecas todo ese tiempo estando ahí.

Pero llegó un día en el que me di cuenta que todo eso que yo guardaba, al fin de cuentas nadie lo terminaba usando… ni mis hijos, ni mi sobrino, ni los hijos de nuestros amigos… Nadie. Y me di cuenta que ese "Nadie" incluía también a otros niños, que yo no conocía, pero que no tenían ni uno de todos esos juguetes.
Así es que me dispuse a donar todo aquello, porque no me entraba en la cabeza que yo estuviera acaparándolo mientras había chicos que no tenían nada.

Mi hermana me contó que cerca de donde vivo está  La Casa de Ronald McDonald, un lugar donde alojan a la familia de los nenes que tienen que venir a Buenos Aires para hacer algún tratamiento médico o están internados y no pueden costear el alojamiento durante tantos meses. Durante bastante tiempo llevé todo tipo de cosas, porque a veces también lo que a uno puede parecerle insignificante, como una taza, un velador o 2 cucharas, para otro puede ser eso que le estaba faltando.

La solidaridad es un camino de ida porque una vez que empezás a ver cómo tu aporte hace al cambio, nunca dejás de ayudar.
Hace algunos años un amigo músico me convocó para cantar una vez al mes en el festejo de cumpleaños de los abuelos de la Casa de Descanso de HOM y allí fui las veces que pude... es una experiencia única. Varias veces llevé a mis hijos, porque recuerden que se enseña con el ejemplo...


Cantando con Emma, que en ese entonces tenía 2 años
Tiempo después, aún cuando me había desprendido de mucho, igual seguía guardando algunas cosas que me parecían demasiado lindas como para donar: ropa sin uso, juguetes importados, ropa de cama... 
Hasta que hace un par de días, otro click se dio en mi cabeza: ¿Para qué seguía juntando esas cosas? ¿Por qué no las donaba también? ¿Sólo porque se lo habían regalado a mis hijos o porque era un juguete comprado en un mall? Me di cuenta que, si esas cosas eran especiales por eso, con más razón tenía que donarlas... porque los chicos que las recibieran, en su vida tendrían la oportunidad de tener algo así.

Muchas veces tenemos ganas de ayudar pero no sabemos cómo, y tenemos que entender que la ayuda no siempre tiene que ser monumental, sino que casi siempre, con poco podemos hacer mucho. Y es que si cada uno hiciera un poquito, entre todos haríamos un gran cambio.

El 13 de agosto, Radio Metro junto a la Fundación Si realizan una nueva Misión solidaria, un evento en el que recolectarán todo tipo de donaciones, desde agua mineral hasta muebles, para llevar ese mismo día a distintos hogares y comedores del país. También se acerca el día del niño y hay muchas campañas de recolección de juguetes.

En realidad no necesitamos un evento o una fecha especial para empezar a ser solidario. Quizás te sientas más cómodo visitando abuelos en algún hogar o ayudando a animalitos abandonados o siendo voluntario en alguna ONG...
Yo te doy algunas ideas...

En las páginas quieroayudar.orgdonarayuda.org y rutassolidarias.org.ar podés encontrar todos los lugares cercanos a tu casa donde podés dar una mano, de acuerdo al tiempo que dispongas y a quién tengas más ganas de ayudar.

También podés encontrar muchas ideas en el libro "El 5% de tu tiempo para cambiar el 100% de la vida de alguien que lo necesita" de Andy Freire y Julián Weich, y en "#Hoy me comprometo - 100 acciones solidarias" de Juan Carr, fundador de la Red Solidaria. Y sólo comprando los libros ya estás colaborando.

¿Sabías que podés ayudar tomando agua? Tomá Conciencia dona el 50% de los dividendos a la Fundación Garrahan y Si.

Hoy soy donante de órganosdonante voluntaria de sangre y hace muy poco me inscribí en el Registro de donantes de Médula Ósea. Hace unos días con mi marido y mi hija separamos los juguetes y la ropa que ya no usan para llevarlo al Comedor Los Piletones.

Hay mil formas de ayudar, sólo tenés que encontrar la tuya.

Te invito a recorrer alguna de las webs porque estoy segura que vas a encontrar alguna que va a ir con tus intereses y vas a encontrar TU forma de ayudar. 
Buscá en google. Preguntá en Facebook o a tus amigos o a tus vecinos. Seguro tenés algún conocido que colabora en algún lugar. En tu barrio hay algún comedor u hogar de niños o ancianos que está esperándote... hay alguna biblioteca a la que podés llevar esos libros que ya no leés...

Ayudar es una experiencia única que llena el alma. Y como dice Andy Kusnetzoff, "Todo lo bueno que das, siempre, pero SIEMPRE vuelve"










viernes, 1 de agosto de 2014

LO QUE EL MUNDIAL NOS DEJÓ...

No pasó ni un mes desde que terminó el mundial y ya parece historia vieja. Quedan aún algunos resabios de él en la incertidumbre de si Sabella seguirá al frente de la selección o no o la reciente partida de “Don Julio”.


Pero este mundial me dejó algo más que una alegría por el subcampeonato. Me dejó ver que la forma en que somos como sociedad, se ve reflejada en todos los aspectos, aún en el fútbol.

En un primer momento pudimos reconocer dos tipos de argentinos: el optimista que ya desde la ceremonia de apertura sentía que íbamos a ser campeones, y el pesimista que no creía ni en el equipo, ni en el técnico ni en Messi.

Los partidos pasaban y Argentina ganaba… los optimistas se llenaban de ilusión y los pesimistas no hacían más que ir por ahí pinchando globos, porque el argentino es así: si él no está contento, no puede estar contento nadie. Es así como a la menor expresión de esperanza aparecían los: “No te hagas ilusiones, de octavos no pasan”, y las críticas… al arquero, a Agüero, a Higuain, al equipo, escuchamos los primeros rumores de que Messi manejaba todo, que Sabella no sabía nada, que no escuchaba a los jugadores…

Llegaron los octavos de final y el mundial ya parecía una sucursal de “Carlito’s”… estaba lleno de panqueques! Los que ayer criticaban al DT hoy lo halagaban, los que cuestionaban dónde estaba Messi, ahora repetían infinitas veces sus golazos… pero el argento se las sabe todas, entonces los pesimistas más acérrimos seguían pinchando globos y escupiendo asados.

Pasamos a cuartos y aún cuando ya teníamos algunas bajas, la esperanza de la copa cada vez tenía más fuerza. Y la ilusión de romper con la maldición crecía cada vez más.
En Facebook los 40.000.000 de DTs hacían conjeturas, abundaban las críticas y las recomendaciones… y es que claro, sentado atrás de un teclado, cualquiera arma un equipo y mete goles. 
Se multiplicaban los comentarios que hablaban de que “la habíamos tenido fácil”, que habíamos jugado con equipos amateur… A ver, señoras y señores, esto es un MUNDIAL, los equipos amateurs no clasifican!! Y si están jugando un mundial por algo es no? Taaaaaan mal no deben de jugar!!


Después estaban los “ya los quiero ver cuando jueguen con equipos serios, como la gente”, y yo leía eso y pensaba: “Equipos serios como quiénes? Inglaterra? Italia? España? Bélgica? Suiza? Ah nono, cierto que esos ya estaban afuera!”
Quizás se referían a equipos serios como Holanda… pero a esos les ganamos… o serios como Brasil… que no saben qué se 7…


Y es que así fue como salieron a relucir las dos mayores y peores cualidades del Argento: la soberbia y el gataflorismo. El Argento SIEMPRE pero SIEMPRE sabe todo, es un multiexperto. Y NUNCA pero NUNCA está conforme. Con NADA. Si ganamos, si perdimos, si hacemos goles, si no hacemos goles, si nos hacen goles, si atacamos, si defendemos… Nunca nada está bien. Y siempre la opinión resolutoria, quién la tiene? Pues claro hombre! EL ARGENTO!

Llegamos a semifinales habiendo hecho historia y roto una racha de 24 años sin llegar a esa instancia… y salieron de debajo de las piedras los arrepentidos de siempre. Esos que después de casi un mes derrochando soberbia y críticas por doquier, tuvieron un momento de lucidez y se dieron cuenta de que quizás… tal vez… en una de esas… la pifiaron en algo… alguito nomás. Y como veían que las chances de ganar eran altas y tenían ganas de festejar si eso pasaba (porque al argento SIEMPRE le gusta ganar) y si seguían tirando pálidas no daba, en un arrojo de valentía expresaron al mundo su reconocimiento por la labor de la selección, por la dirección de Sabella y la calidad del equipo. Algunos hasta se disculparon! Momento histórico.

Llegamos a la final y todavía estaban los que descreían del equipo, los que seguían tirando pálidas, los pesimistas e inconformistas de siempre. No podían ver que aunque no fuera la copa, Argentina ya había ganado… porque había vuelto la alegría, la confianza, el respeto, la ilusión… Cuando hablábamos de una Argentina finalista ya no teníamos que hacer referencia a un partido allá lejos y hace tiempo… La Argentina finalista era ÉSTA, la de Messi, Agüero, Di María, Romero y Mascherano... el genio y grosso de Mascherano!!! Era la Argentina de las sorpresas, las gratas sorpresas.



Así fue como Argentina jugó, pero no ganó la Copa del Mundo. Y el gataflorismo se exacerbó. Porque si la selección ganaba, ganábamos todos, y si perdía, perdían ellos… porque el Argento nunca pierde. Aún así la gente salió a festejar, y no faltaron los cabeza de pajarito (con todo respeto a las aves) que aprovecharon el momento para destruir lo que es nuestro, que no terminan de entender que es también suyo, y que lo terminamos pagando no sólo con impuestos, sino con molestias por las obras, con demoras en el tráfico, con tiempo que se nos va en esperar que lo roto se repare.

Y después estaban los que tras haber cantando durante un mes "Brasil decime qué se siente" se ofendían por el frío y poco creativo festejo alemán donde caminaban agachados como gauchos...

Y así vi cómo en el fútbol estaba reflejada nuestra Argentina.

Estamos los que la amamos más allá de todo… más allá de los errores y de todo lo que tiene para corregir. Estamos los que vemos su potencial, vemos su riqueza, su belleza y nos sentimos orgullosos de ella.

Y están los que ven siempre el vaso medio vacío, imposibilitados de ver lo bueno, lo positivo, que creen y nos quieren hacer creer que lo de afuera es lo mejor. Están los que critican todo, siempre. 

Son aquellos a los que nunca les gusta el que está a cargo y siempre esperan otra cosa. Los que no pueden reconocer cuando algo se hace bien y le buscan mil y un vueltas para justificar lo injustificable.


Está el argento para el que es todo o nada. O extremo oficialista o que se vayan todos.

Está el que se queda en la historia y piensa que todo tiempo pasado fue mejor.

Están los que viven con la mirada en el afuera, admirando lo extranjero… pero al fin de cuentas nunca se van.

Y están los que a pesar de las malas rachas, siempre salen a la cancha a dejar la vida, que golpeados, heridos, agotados, siguen dando lo mejor de sí y tiran siempre para adelante...  Porque tienen fe en que se puede seguir creciendo, en que hay un futuro mejor...


Y así se fue el mundial y todo esto nos dejó…


Pero sin dudas…


Sin NINGÚN lugar a dudas…


Lo mejor que nos dejó el mundial…


LEJOS…


Fue…




El “Potro” Lavezzi.



BUENAS NOCHES!


miércoles, 28 de mayo de 2014

Los implacables... salones infantiles!

Hola! He regresado! Creían que mis andanzas habían terminado? Para nada! Recién comienzan…

Fueron unos meses muy movidos, con muchas actividades, entre las cuales estuvo el cumpleaños de mis hijos!! Ahhh los cumpleaños!! Esos eventos inolvidables! (porque te aseguro que JAMAS se te olvidarán!)

Cuando uno tiene hijos se mete en el mundo de los pañales, la lactancia, la falta de sueño… y cuando esos niños crecen y cumplen años, uno se mete en el implacable mundo de… los salones infantiles!

Mi chiquitina cumplió 5 años!

Esos lugares malévolos, mayormente tugurios,  antros, PHs ambientados donde la única entrada de luz natural es una ventanita con un mega sticker con el nombre del lugar (los nombres de los salones ameritan un post por si solos…) Son espacios en los que uno indefectiblemente cae a la hora de festejar el cumpleañitos de su hijo.
Son prácticamente taxímetros que te cobran hasta el mililitro de oxigeno extra que respirás.

Estos lugares suelen tener un combo básico donde incluye el servicio de 2 1/2hs  para cierta cantidad de niños (entre 25 y 30 ), incluye el “derecho de admisión” de ciertos adultos (en general unos 10) y prácticamente… nada más!
Si tenés más de 25 nenes… pagás extra.
Si tenés más de 30 nenes… pagás un animador extra.
Si son más de 10 adultos… pagás extra.
El catering de los adultos… extra.
Las bebidas para los adultos... extra.
Si son más de 15 adultos… pagás extra.
La torta… extra.
La ambientación… extra.
Te querés quedar un rato más? Pagás extra!!!

Cuando empezás a hacer números se te fue un sueldo en el cumple del retoño.

En plena ambientación de Minnie

Y se dan las situaciones más curiosas... Te dicen, por ejemplo, que podés ambientar el saloncito y llevar las cosas 15’ antes de la hora de comienzo del cumple… Es físicamente imposible!! A quién se le ocurre?? O no hicieron un cumple en su vida o REALMENTE odian a los nenes y su único objetivo en la vida es complicarnos la nuestra!!

A ver si nos entendemos… si vos reservaste el lugar un martes a las 16.15hs se entiende que vas a hacer el festejo después del horario del jardín o del colegio no? En qué cabeza cabe que yo puedo ir a buscar a mi hija y a algún otro compañerito que siempre nos ofrecemos a llevar, cargar con la comida de los adultos, la bebida, la torta, los souvenirs, la ambientación, subir todo eso al salón y decorar y disponer todo en 15’??!!! Está bien que hay momentos en que nos convertimos en super mamás, pero de ahí a LITERALMENTE convertirme en la hija de Flash y La mujer maravilla… NO HAY CHANCE!!!

Una pregunta que suele hacerse lugar en mi cabeza, en especial cuando la fiesta va por la mitad y mi jaqueca en su límite es…¿Por qué, ay por qué hacen gritar taaaaanto a los nenes? ¿No es suficiente acaso con que el sonido sea SIEMPRE SIEMPRE malísimo, y ya de por si parezca que están hablando desde adentro de un inodoro? ¿No alcanza con la excitación que ya tienen los nenes que están cual resorte saltando, corriendo y gritando de acá para allá? Sumado a la música estrepitosa a todo volumen… Hay necesidad de hacerlos gritar?



Uno corre los días previos con los preparativos, corre el mismo día con la logística y corre después, para llevarse las cosas que sobraron, las decenas de bolsitas con regalos, atenta a que cada niño se vaya con el padre correspondiente y no se olvide su souvenir que tanto esfuerzo nos costó, buscar y llevarnos cualquier cosa que se pueda haber olvidado alguien... una corre para llegar a casa, bañarlos, lucha para que no abran cada uno de los regalos y el living se convierta en una sucursal de “Cebra”, trata de hacerlos dormir después de tantas emociones…

Es un verdadero stress. Pero la realidad es que todo esfuerzo vale la pena! Ver esas caritas de emoción y felicidad por ser los protagonistas de semejante festejo, estar con sus amiguitos jugando, la emoción de la torta y todos cantándoles a ellos… no tiene precio.

Y después de todo, es sólo una vez al año... así que a inflar globos y ¡QUE LOS CUMPLAS FELIZ!



jueves, 3 de abril de 2014

La compleja condición de ser mujer

Recuerdo de niña ver a Nacha Guevara mirándose al espejo cantando “Me guuuusta ser mujeeeerrr”. Hoy, que soy mujer, me doy cuenta que ese canto era una especia de mantra para el autoconvencimiento.
No es que no me guste ser mujer, pero es que es MUY difícil ser mujer. Es mucha presión! Cómo no parecer unas locas si vamos por la vida buscando siempre el equilibrio entre cosas bastante difíciles de equilibrar?

Tenés que tener una carrera y desarrollarte personal y profesionalmente, capacitarte, perfeccionarte, en lo posible ser emprendedora…  pero sin descuidar a tus afectos. A tus hijos tenés que dedicarles tiempo de calidad, compartir momentos, pero sin invadir su espacio. Estimularlos con actividades pero sin agobiarlos. Ponerles límites sin dejar de ser una madre amorosa y comprensiva. Vivís entre el “Duérmete niño” y la crianza con apego.



Si sos soltera tenés que tener novio, así que tenés que salir, conocer gente, divertirte… pero no vaya a ser cualquier tirado, vago que mantener. Y cuando tengas novio, te van a preguntar cuándo te casas. Y cuando te cases, mientras les das el souvenir, te van a preguntar cuándo vas a tener chicos. Y cuando tengas el primero y todavía no te hayan sacado el suero, te van a preguntar: “Y para cuándo la parejita”?

Tampoco hay que descuidarse. Tenemos que estar en forma, realizar actividad física, comer sano, ir a la peluquería, tener las manos y los pies hechos, estar depiladas, perfumadas y siempre bien dispuestas! Nuestras parejas pueden tener panza, estar pelados y no poder correr ni el bondi, pero si nosotras tenemos algún kilo de más 10 meses después de parir, la gente es mala y comenta:  “y… se dejó estar”… o te preguntan si estás embarazada… otra vez.

Si los hombres están alterados, insultan y te contestan mal, pobrecitos, hay que comprenderlos, su trabajo es estresante, la presión es tremenda!!! Pero a vos, mujer, ni se te ocurra levantarte de mal humor porque se viene el: “Qué? Te vino?”. Cuando ellos no tienen NI IDEA lo que es lidiar con un dolor menstrual justo el día que tu jefe se levantó con el pie izquierdo o tus hijos vuelven sacadísimos del colegio.

Las mujeres tenemos que encontrar un tiempo para nosotras mismas, cultivar nuestras amistades y tener un espacio personal, pero sin descuidar tu relación de pareja. Tenés que innovar para no caer en la rutina pero no demasiado para que no salgan despavoridos con tu propuesta swinger. Tenes que demostrar interés pero sin acosarlos. Celarlos para que se sientan queridos pero sin pasarse. Ah! Y acordate de estar en forma y comer sano para que te quede linda la tanga de leopardo. Y no te olvides del tiempo de calidad para tus hijos!

Y como si esto fuera poco, tenés que hacer de tu casa un hogar. Tenés que lograr en esos 63,26mts cuadrados en los que viven 4 personas, que los espacios sean funcionales, prácticos, con áreas bien definidas, para trabajar, para relajarse, para dormir… y que tengan calidez, que te “inviten” a quedarte y compartir momentos en familia, o con amigos. Ayyyy los amigos!!! Es que los hombres solamente ponen un día, hora y lugar y se juntan. No tienen que preocuparse por quién cuida a los chicos, o si la más grande tiene examen mañana, o que hay ropa que lavar y está anunciado lluvia (y obviamente, no tenés qué ponerte).

Nosotras, mujeres, tenemos que sincronizar estas agendas apretadísimas, llenas de actividades, compromisos y listas de cosas por hacer, con otras mujeres, que tienen sus propias actividades, compromisos y cosas por hacer, para poder encontrar un minúsculo espacio de tiempo, que termina siendo el domingo desde las 13.22, hora en que el marido de Fulana se va a jugar al fútbol con los amigos y las 15.07, hora en que tenés que llevar a tu hijo de 5 años a un cumpleañitos…

Todo, para que ellos, hombres insensibles, nos digan: “Pero Fulana es tu amiga? Si no se ven nunca!”.  Ahhhhh pero ni se te ocurra ponerte loca! Porque ahí sí, te recibís de histérica, con diploma de honor!

Por eso en esos días en que mi casa está dada vuelta, son las 9 de la noche y mi marido todavía no llegó a casa, los chicos tienen hambre, y sueño, y están saltando en el sillón al son de la Mouskemarcha, yo tengo trabajo pendiente y acabo de romper la dieta clavándome un chocolate, no me queda otra que hacer como la gran Nacha y encerrarme en el baño y frente al espejo, repetir cual mantra: “Me guuuuusta seeeeer mujeeeeeeer”